Por Leticia Cinco veces All-Star, dos All-Star y campeón en 2016. Imposible cuestionar la capacidad y jerarquía de Love, uno de los mejores 4 abiertos de la NBA en los últimos años (18,3 puntos y 11,3 rebotes de media en su carrera). Griffin viene de un año magnífico en los Pistons, con promedios de 24,5 puntos (36,7% triples, con 7 intentos por duelo), 7,5 rebotes y 5,4 asistencias en 35,0 minutos (75 partidos), rendimiento que no sólo lo metió en su 6° All-Star (primero en 4 años) y le permitió ser All-NBA, sino que llevó a su equipo a los Playoffs. El mensaje con Barrett, un 2-3 por demás talentoso y con recursos, debería ser claro: «toma, aquí tienes las llaves de New York y sos libre de equivocarte y crecer porque confiamos en vos como la cara de nuestro presente y futuro». Nunca ganó un campeonato de la NBA pero se convirtió en uno de los jugadores más emblemáticos de los New York Knicks.
Hay chances (muchas por cierto) que, desde lo numérico, Julius Randle tenga la mejor temporada de cualquier jugador que use la camiseta de los Knicks en la 2019-2020. Cerca de los 25 años, viene de promediar 21,4 puntos y 8,7 rebotes en New Orleans, y en la Gran Manzana tendrá rienda suelta para asumir protagonismo y opciones. ↑ «Space Jam: A New Legacy». ↑ 20Minutos. «Se agrava la crisis entre Rusia y Ucrania: el presidente ucraniano Poroshenko declara el estado de excepción». En El Salvador es reportado por el presidente Nayib Bukele a las 8:25 p. m. el primer caso de coronavirus. Para comprar ropa en línea, siempre es importante estar atento a las ofertas y promociones. Este acto provocó aún más las negativas de sus enemigos; los surcoreanos los tildaron como una «deplorable provocación» y llamó a la comunidad internacional a responder. Si Kevin Durant estuviera sano, el cartel iría para él (hasta su lesión, nadie podría cuestionar que había amenazado el trono de LeBron James como el mejor de la NBA). La estrella de Los Angeles Lakers volvió a un gran nivel de su grave lesión, aunque huérfano en un equipo sin más jugadores de altura aunque dirigido por un buen entrenador, Byron Scott.
El finlandés se perdió la primera parte de la 2018-2019 por lesión, pero volvió y dejó en claro que su potencial es altísimo: 18,7 puntos y 9,0 rebotes en 32,3 minutos. Se cargó el peso ofensivo del Magic y brilló para meter al equipo en Playoffs, gracias a sus promedios de 20,8 puntos (51,8% campo), 12,0 rebotes, 3,8 asistencias, 1,0 robos y 1,1 tapones, todas máximas de su historial en la NBA. All-Star en sus últimas dos campañas, Beal pegó un salto notable en la 2018-2019. Terminó de espantar las dudas del comienzo de su carrera con las lesiones (lleva dos cursos jugando los 82 partidos) y estableció los mejores registros de su vida en puntos (25,6), rebotes (5,0), asistencias (5,5) y robos (1,5). Hace rato que dejó de ser un anotador peligroso para transformarse en un jugador completo. Faltan horas para que la pelota esté en el aire para darle comienzo a una nueva fase regular (desde el 22 de octubre), así que la temporada 2019-2020 ya está sobre nosotros.
Enterró las dudas sobre su impacto en la liga con un nivel altísimo: más allá de tener un tiro peligroso (su sello en la NCAA), dejó en claro que su visión de juego y capacidad de pase pueden ser de elite en la competencia. La salida de Kawhi Leonard es el paso del testimonio en la franquicia, que puede confiar en el camerunés para sostener una estructura que debería ser competitiva más allá de no tener a su MVP de las Finales. Sólo la explosión (incluido lo mediático) de su amigo Zion Williamson le quitó un N°1 que parecía seguro. El base que quedará históricamente conectado con Luka Doncic por el cambio entre Dallas y Atlanta en la noche del Draft supo hacer su camino a lo grande en su temporada de rookie. Un base explosivo que tuvo su pico en los Playoffs 2017-2018, cuando tomó el lugar de la lesión de Kyrie Irving en los Celtics y fue muy valioso en el camino hasta las finales del Este. Todavía no conocemos el techo de un joven que parece especial. Con 22 años, su techo parece bastante lejos. The Greek Freak tiene sólo 25 años, dijo que apenas había explotado el 60% de su potencial, avisó que quiere empezar a ser amenaza con el triple (su gran lunar) y llega con dos frustraciones a cuesta: la derrota contra Toronto en la última final del Este, y la floja tarea individual y colectiva con Grecia en el último Mundial.
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